Empleado del mes
Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle
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Padre Hugo Tagle
Se ha instaurado en muchas oficinas y empresas la sana práctica de premiar a algún empleado u obrero como “el empleado del mes”. Una sabia costumbre en que, normalmente, todos participan en la elección. Vale decir, es elegido por sus colegas y compañeros. En algunas empresas la decisión la toma el gerente, con consulta a sus subalternos inmediatos. Es comprensible. No todos tienen la visión global de lo que pasa en el lugar de trabajo y no tienen por qué conocerlos a todos.
Como sea, una medida que ha resultado ser un buen camino para mostrar ejemplos concretos de buen desempeño y prácticas laborales. En la mayoría de los casos se consideran variables como: buena relación con los compañeros de trabajo, proactividad, buena disposición y buen ánimo, colaborador, etc.
Nuestro sitio de trabajo debe ser un lugar agradable. Pasamos buena parte del día, de la vida, ahí. Y más que los discursos de cómo debe ser el desempeño laboral, lo mejor es mostrarlo a través de casos concretos. Verse rodeado de buenos compañeros será el mejor de los estímulos para trabajar bien y ser feliz en el trabajo.
Esto no tiene por qué ser motivo de envidias. Al contrario. Es un aliciente para trabajar mejor. Además, es bueno alegrarse por el buen desempeño del resto, sobre todo si ello es producto del esfuerzo, sacrificios y buena disposición. ¿Cómo no va a ser bueno premiarlo? No siempre tenemos la mejor disposición o ánimo. Pero si tenemos un compañero que nos alienta, encontraremos el lado positivo de una jornada de trabajo.
Puede ser que encerrarse en el trabajo y olvidarse de los demás logre algún objetivo. Pero si trabajamos como un verdadero equipo, lograremos cosas mayores aún. Es cierto que el trabajo se puede convertir en una rutina estresante, pero entre todos podemos hacer que trabajar sea más satisfactorio y gratificante. De ahí que el mejor empleado no será quien se desmarque del resto, sino quien sepa integrarse mejor.
Si siente que ya no puede seguir adelante, piense en sus “grandes amores”: la familia, los hijos, los padres. En su proyecto de vida. Serán la motivación que permitirá desempeñarse mejor y acercarse así a ese modelo virtual de empleado del mes.
El trabajo es camino para construir redes de amistad, estrechar lazos y contribuir positivamente a la sociedad. Es cierto que las responsabilidades y la presión laboral pueden ser difíciles, pero si trabajamos en equipo todo se hace más sencillo. La unión y el compañerismo son indispensables para ello. No se apene por no ser el empleado del mes. Entristézcase por no dar lo mejor de sí.